jueves, 10 de marzo de 2011

Chiste de pepito

Llega Pepito con su papá y le dice:
Papi mis calificaciones.
Que un 6 Pepito, tanto que me esfuerzo trabajando para esto; esto se merece una golpiza.
No hay problema, yo le digo dónde vive la profesora.

La profesora le dice a Pepito:
A ver Pepito, si yo digo fui rica, es pasado, pero si yo digo soy hermosa, ¿Qué es?
¡Exceso de imaginación profesora!

Llega Pepito a la casa gritando:
Mami, mami, no me esperes esta noche.
¿Por qué mijito?
¡Porque ya llegué!  

Le pregunta su madre a pepito: ¿Pepito, sabes cual es la diferencia entre la cortina del baño y el papel sanitario?
Pepito contesta: No mami ¿Por qué?
La madre furiosa dice: Entonces tu fuiste, cochinote.

La maestra le pregunta a Pepito:
Pepito, ¿Cómo te imaginas la escuela ideal?
Y Pepito dice:
Cerrada, maestra, cerrada.

La maestra le pregunta a Jorgito:
¿Por qué llegas tarde?
Ay maestra, es que venía en mi caballo y que se sienta y ya no se quiso parar.
Bueno, ¿Y tu Pedrito por qué llegas tarde?
Ay maestra, es que venía en mi caballo y que se sienta y ya no se quiso parar.
Bien, ¿Y tu Pepito por qué llegas tarde? ¡Tú no tienes caballo!
Ay maestra, pues con tanto caballo sentado no podía pasar.

La maestra le encargó una tarea de matemáticas a Pepito. Pepito le pide ayuda a su papá. Después, Pepito llega a la escuela y le dice su maestra:
Pepito, ¿Por qué no hiciste la tarea?
Porque aunque mi papá y yo arrancamos todos los árboles del parque, ninguno tenía raíz cuadrada.

Erase una vez que Pepito se puso a vender huevos dentro de una iglesia:
¡Huevos, huevos, a 10 pesos cada uno!
Y el padre muy molesto grita:
¡Saquen a ese niño de los huevos!
Y Pepito asustado le dice:
¡Padre, mejor de la orejita!

La maestra en el salón de clases le dice a sus alumnos:
A ver niños, díganme qué parte de mi cuerpo les gusta más, y yo les voy a adivinar qué es lo que van a ser cuando sean grandes.
A ver Juanito, ¿qué te gusta más de mi cuerpo?
Su pelo, maestra.
La maestra le responde, entonces tú vas a ser peluquero cuando seas grande.
A ver Luisito, a ti, ¿qué te gusta más de mi cuerpo?
Sus ojos, maestra.
¡Ahh!, entonces tú vas a ser oculista Luisito.
A ver Diego, ¿y a ti?
A mí me gustan sus dientes, maestra.
Muy bien, entonces tú serás dentista cuando seas grande Diego.
A ver Pepito, ahora dime tú lo que más te gusta de mí.
Yo para qué le digo maestra, acabo de descubrir que quiero ser lechero.
El papá de Pepito decide irse a vivir a los Estados Unidos con toda la familia y Pepito ingresa a una escuela.
La maestra pregunta a Pedrito:
A ver Pedrito, deme un ejemplo de la palabra "evidentemente".
Bueno maestra, mi papá, mi mamá, mis hermanos, y yo, fuimos a comer a un restaurant, evidentemente que mi mamá no cocinó ese día.
Muy bien Pedrito, a ver Juanito deme un ejemplo de la palabra "evidentemente".
Mi papá, mi mamá, mis hermanos, y yo, nos fuimos a la playa, evidentemente que la casa quedó sola.
Muy bien Juanito.
A ver Pepito, deme un ejemplo de la palabra "evidentemente".
Bueno maestra, yo estaba sentado en el corredor de mi casa, y vi pasar a mi abuelita con el diario New York Times Paper, y dije: Evidentemente va a cagar, porque no sabe leer inglés.
Un día la mamá de Pepito lo manda a traer huevos, iba Pepito a comprar, pero en su camino se topó con un circo y se detuvo a mirar un momento, y vio un gorila gigante. Cuando llegó a su casa le contó a sus padres que había ido al circo y que el gorila tenía, un brazotes, unas patotas, también unas manotas...
Entonces, la mamá le pregunta:
¿Y los huevos Pepito?
¡Grandototes, mami, grandotes!
Pepito le pregunta a la maestra:
Maestra, ¿a qué edad se muere un burro?
Y la maestra le responde:
¿Por qué Pepito? ¿Ya te sientes mal?

Estaban en clases Pepito y sus amigos y la maestra dice:
Si se portan bien, mañana vendré en minifalda.
Y se portan bien.
Al siguiente día la maestra viene en minifalda, de nuevo la maestra dice:
Si se portan bien, mañana vendré en bikini.
Y se portan bien.
Al siguiente día la maestra viene en bikini, de nuevo la maestra dice:
Si se portan bien mañana vendré en hojitas.
Y se portan bien.
Al siguiente día la maestra viene en hojitas, y a la salida se queda Pepito y le dice la maestra:
¿Qué esperas, Pepito?
¡Que llegue el otoño!

 Está Pepito en su casa y su mamá lo manda a comprar unas tortillas. Cuando va camino a la venta se encuentra con un desfile de modas, corre a su casa y le dice a su mamá:
¡Mamá, mamá! Acabo de ver un desfile de moda, y estaba miss Venezuela y era linda, y estaba miss Puerto Rico y era linda, y miss Guatemala era hermosa...
Y le dice su mamá:
¿Y mis tortillas?
¡Esa no la vi!


La mamá llama a Pepito y le dice:
Le dijiste a tu hermana que era fea, y está llorando. Anda y decíle que lo sentís.
Entonces, va Pepito y le dice a la hermana:
Hermanita, siento que seas tan fea.
Está la fiesta a su máximo, en eso llega Pepito y se acerca a una chica y le pregunta:
¿Vas a bailar?
La chica con gran entusiasmo le responde:
¡Sí!
Entonces, Pepito le dice:
¿Me prestas tu silla?

Pepito, hijito, necesito hablar contigo de un tema muy importante.
¿De qué tema papá?
De sexo.
Claro papá, ¿Qué quieres saber?  

Pepito estaba con su mejor amigo y mira el calendario y dice:
Hace 15 días que mi tío descansa en paz.
Al oír esto el amigo le dice:
Oye Pepito, por qué no me dijiste nada sobre la muerte de tu tío.
Y Pepito respondió:
¡Cómo crees si la que murió fue mi tía!

 Esta era una vez que Pepito estaba en la escuela, y la maestra dice:
Voy a escoger tres personas que me digan una oración que tenga que ver con estatua.
María, dígame una oración con estatua.
Bueno maestra, pues yo fui al viejo San Juan y vi la estatua de Cristóbal Colón.
La maestra dice:
Muy bien, Juanita dígame usted.
Bueno maestra, yo fui a los Estados Unidos y vi la estatua de la Libertad.
Muy bien, Pepito dígame usted.
Bueno maestra, yo fui a casa de mi abuela tropezó conmigo, se cayó y estatua jodida.

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